Medieval

Toda una gama de artesania de caracter Medieval, totalmente hecha a mano


Vengan vuestras mercedes, vengan
caballeros, damas, frailes,
siervos, condes, menestrales,
peregrinos, visitantes,
niños o viejos, las mozas,
residentes y habitantes.

Todos los que aquí estáis,
los que puedan acercarse;
vengan a escuchar las nuevas
que traigo de mi señora.

Mi señora, mi princesa;
me ha mandado con recado,
que en este día esperado,
ha empezado el principado.

El nombre de mi señora
y ese título que ostenta,
hacen juntos a la marca
que en todo el orbe resuena.

La princesa medieval,
junto con su nombre, Amaya;
título después, nombre antes;
a los oídos que llega
de alegría y paz los llena.

Dos artesanos del fieltro,
creadores, muñequeros
servirán a quienes quieran
llenar de ilusión su vida
o regalar alegría.

Sus productos ya conocen
en estos reinos vecinos
y ahora e esta ciudad llegan
y en el mercado se quedan.

Mi señora la princesa,
medieval para más señas,
de mano de estos artistas
presentará sus artículos
para que ustedes los compren
y llenen de oro brillante,
las arcas y los baúles
del principado de Amaya.

Armaremos caballeros
y vestiremos princesas
a los pequeños rapaces
un muñeco les daremos

Bolsas para los dineros,
diademas para el cabello,
llaveros para sus llaves
y ranas para sus cuentos.

Pendientes, collares, muñecas,
todos de fieltro y de seda,
bellas telas en las bolsas
para delicadas mozas.
Brujas y duendes malditos
pero con el corazón blandito
estarán junto a los niños
en sus sueños más bonitos.

Celebramos Navidad,
con mucha imaginación,
coronas, esferas y botas
esperan a los pequeños
que los llenen de ilusión.

Marionetas pa´l teatro,
juegos de mesa reales.
No hay límite creativo
que sus manos no abarquen.

De todo lo que se ve
en el puesto del mercado,
mi señora es su dueña
y por manos es creado.

Suaves y delicadas,
coloridas y arregladas
con paciencia y calidad
están manufacturadas.

Les dejo, pero recuerden
y que lo tengan a bien,
que el producto no se toca
sino se compra, más bien.

No regateen el precio,
puesto que mi trabajo es
y mi señora se enoja
sino puede ni comer.

Y sin más yo me despido
espero no molestarles
nos verán en los mercados
y en internet también sale.

Les dejo, pero no olviden
que ha llegado a su ciudad
Amaya, la princesa medieval.













No hay comentarios:

Publicar un comentario